EL PAIS, Clara Blanchar, Barcelona 20 SEP 2012
El Ayuntamiento de Barcelona ha rectificado y “asumirá”, esto es, no cobrará, las plusvalías que se generan en los casos de dación en pago, cuando los hipotecados que no pueden pagar entregan el piso al banco.
Formalmente, la dación es una compraventa que se hace ante notario: el moroso vende el piso que no puede pagar al banco.
Fiscalmente, se considera que la familia que acaba de entregar el piso se ha enriquecido, de ahí que se genere el impuesto municipal de plusvalía (técnicamente se llama impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos) y en el IRPF haya que declarar incremento de patrimonio.
El alcalde, Xavier Trias, lo explicó ayer en un desayuno informativo reconociendo que es una “injustcia moral” que las personas que deban desprenderse de su piso “tengan que pagar un impuesto que grava una venta no deseada”. No obstante, Trias no especificó los pormenores de la medida: cuándo comenzará a aplicar esta “asunción”, si tendrá carácter retroactivo, si no se cobrará o se cobrará y se reintegrará.